Cuando estaba embarazada de Jude, trabajaba a tiempo completo como trabajadora social de crianza temporal. El trabajo era duro, exigente, lento y agotador (emocional y físicamente). Honestamente, no tengo idea de cómo lo hice todo mientras estaba embarazada, pero de alguna manera lo logré.
Hacia el final de mi embarazo, se volvió más y más difícil cada semana. Un día, mis compañeros de trabajo y yo estábamos parados en el pasillo hablando y el Trabajador de Adopciones anunció que se retiraba (gracias a Caleb). Su trabajo era a tiempo parcial, menos ajetreado que el cuidado de crianza, y perfecto para mí para poder pasar más tiempo en casa con mi bebé. Ni siquiera lo dudé, inmediatamente fui a ver a mi supervisor y le dije que estaba interesado en ese puesto.
Esa noche fui a casa y le dije a mi esposo y le pregunté qué pensaba. Instantáneamente me dijo que lo tomara. Continué con Foster Care hasta el final de mi embarazo. Pude quedarme en casa con Jude durante tres meses antes de volver al trabajo. La mayoría de las mamás que trabajan pueden estar de acuerdo en que tres meses pasan muy rápido y no es suficiente tiempo para estar con su bebé. Todo lo que seguía deseando era poder quedarme en casa con él (todavía lo hago). Pero financieramente, eso sería difícil para nosotros. Debido a que fui a tiempo parcial, mi salario se redujo a la mitad. Además, acabábamos de comprar nuestra primera casa y un carro nuevo.
En este país, no hay suficiente apoyo para los padres. A menudo, las familias tienen que elegir entre trabajar y pasar tiempo con sus bebés. Tuvimos la suerte de tener la oportunidad de quedarnos en casa durante tres meses y trabajar solo a tiempo parcial. Llevamos un año y he logrado un mejor manejo de la situación y de mi agenda. De hecho, comenzaré un pequeño trabajo paralelo enseñando ESL a mamás 2 días a la semana.
En cuanto a Jude, se queda con mi abuela los días que yo trabajo y yo puedo quedarme en casa 1-2 días a la semana con él. En mis días libres, puedo ponerme al día con la ropa, hacer recados, hacer citas si es necesario y trabajar en mi blog.
Ser madre trabajadora es una relación de amor y odio. Una cosa es segura, es DIFÍCIL. Si fuera por mí, me quedaría en casa con Jude todo el tiempo. ¡Mi casa estaría mucho más organizada! Pero una parte de mí también disfruta del bullicio. Me gusta estar en movimiento y hacer las cosas. Ya sea que sea una ama de casa o esté empleada, ¡todo es TRABAJO! Todas somos mamás y les echamos ganas, por eso somos unos buenisimas. 😉